9.10.2012

CORRIENDO POR LOS PACIENTES DE LEUCEMIA Y LINFOMA

Hay situaciones en la vida que nadie puede predecir. Un accidente, una enfermedad, la bancarrota y muchos otros momentos que nos cambian la vida en un segundo.
Mi nombre es María Luisa Pretelt y tengo 25 años. Tengo una familia maravillosa, que inesperadamente se vio golpeada cuando mi papa sufrió un infarto. Le agradezco a Dios porque sobrevivió y hoy día tenemos la bendición de disfrutar una vida normal. Nuestra solidaridad familiar fue puesta a prueba, saliendo fortalecida y nuestra familia más unida que nunca.

Esta experiencia me hizo madurar y reflexionar sobre cómo puedo ayudar a personas que lo necesitan.

Hace 2 años a mi tía le diagnosticaron cáncer cérvico uterino avanzado. Una mujer de gran valía, trabajadora, emprendedora, madre y padre a la vez. El sobrevivir una situación como esta depende en parte de la actitud con la que la enfrentamos, y es así como ella empezó su lucha.
La parte médica, la aportaron organizaciones que han encaminado sus esfuerzos en lograr que estos pacientes tengan los tratamientos adecuados, los cuales resultan excesivamente costosos y gran cantidad de personas no cuentan con los recursos para recibirlos.

En Panamá tenemos un porcentaje alto de indígenas, que viven en zonas aisladas. Al diagnosticárseles leucemia o linfoma deben ser trasladados con un familiar a un área donde cuenten con el equipo necesario y el personal adecuado. Allí necesitan un lugar donde albergarse bajo ningún costo ya que los tratamientos y medicamentos son sumamente costosos.

Recientemente recibí noticias acerca de una amiga de mi mamá. Ella es una mujer de 40 años, aparentemente llena de vida y madre de tres hijos que repentinamente sufrió un desmayo. Al no estar su esposo en la ciudad, llamó a mi mamá para que la acompañara a un laboratorio cercano. La licenciada que efectuó la prueba pidió comunicarse urgentemente con su esposo pues necesitaba ponerle al tanto de lo que encontró. Su hemoglobina estaba en 4, por lo que debió ser trasladada de donde vive a la capital, al hospital oncológico, donde le diagnosticaron leucemia. Ella necesitaba un trasplante de médula urgente y su única hermana que vivía en los Estados Unidos se trasladó a Panamá con la esperanza de poder hacer la donación de médula ósea y así salvar su vida. Lamentablemente, no es compatible y entró Dony (cariñoso apodo) a formar parte de la interminable lista de personas que esperan tener la dicha de ser SOBREVIVIENTES. Ahora mismo está sometida a las radiaciones hasta que aparezca un donante compatible.

Estoy en los Estados Unidos hace pocos años y aunque mis experiencias respecto a este problema están más relacionadas con mi país, creo firmemente en la necesidad de investigar, para que más personas puedan recibir el apoyo necesario.

LLS, (LEUKEMIA & SIMPHOMA SOCIETY) es una organización a la cual me he sumado para ayudar a los más de 800,000 estadounidenses que sufren de esta terrible enfermedad y que merecen la oportunidad de SOBREVIVIR. Me siento emocionada al decir que en Enero 27 correré la media Maratón ING aquí en Miami, que son 13.3 millas para contribuir hacia la liberación de la lucha de nuestros pacientes. Aparte de ser deducible de impuestos, esta contribución va a trabajar en busca de soluciones y dará felicidad a muchas familias afectadas.

Hay un adagio que dice HOY POR TI, MAÑANA POR MI.
Esta enfermedad no respeta condiciones económicas, edad, sexo o religión. Y no se sabe en qué momento algo así puede suceder. Es por esto que los animo a todos a unirse como donantes por esta causa que toca nuestras vidas directa o indirectamente.
Es una carrera, pero más que una carrera es una demostración de cariño y solidaridad con el propósito de hacerles saber a nuestros pacientes que NO ESTÁN SOLOS EN ESTA BATALLA.



Get Adobe Flash player

No comments:

Post a Comment